República Bolivariana de Venezuela |
El pasado
14 de Abril, cuando apenas habían transcurrido treinta y nueve (39) días de
aquel terrible momento en el cual se informó al mundo que el compañero
Presidente Hugo Chávez había fallecido, nos tocó, en cumplimiento de la Ley, ir
a una nueva contienda electoral, esta vez para elegir, de manera sobrevenida,
al Presidente de todas y todos los venezolanos.
Desde el
preciso momento que se conoció la noticia de que el líder de la Revolución
Bolivariana ya no estaría físicamente entre nosotros, las expresiones de amor
se hicieron presente desde distintas latitudes del planeta, al tiempo que en
Venezuela colas interminables de camaradas se hacían presente para darle un
merecido hasta la victoria siempre.
Asimismo,
la canalla mediática, en su repulsivo odio, exclamaban expresiones indignantes,
sólo con la firme intensión de ridiculizar el sentimiento de amor y dolor que
se observaba en millones de ciudadanos del mundo.
En medio de
este ambiente cargado de emotividad tocó asumir una elección presidencial
relámpago, para la cual, nadie dentro de la Revolución Bolivariana se había
preparado lógicamente.
Fue así,
como inmersos dentro de una carga emocional poderosa, lleno de simbolismos,
pero con la firme convicción de que teníamos la obligación de darle continuidad
al legado del camarada Chávez, la militancia del Movimiento Revolucionario
Tupamaro asumió, como un reto, garantizar el triunfo del camarada Nicolás
Maduro, como única vía para cumplir los objetivos estratégicos de la
Revolución.
Acostumbrados
a batallar con escasas herramientas, empezamos nuestra acción táctica
electoral. Sin afiches, ni volantes, ni propaganda de radio y televisión, eso
sí, movilizados.
A medida
que nos acercábamos al día de las elecciones, efectuábamos nuestras
evaluaciones nacionales, las salas situacionales de la organización nos
indicaban que la contrarrevolución se aproximaba peligrosamente. Hacíamos
llamados a todas y a todos a no confiarse. Algunos, llenos de un triunfalismo
peligroso, decían que no había razón para preocuparse.
Fue justo
en ese momento, cuando se orientó a los camaradas que le hablaran claro a los
compañeros sin distingo de organización política. Era necesario actuar con
firmeza, puesto que el enemigo de clase estaba al acecho.
Llegó el
día de las elecciones y ganó el camarada Maduro, con un margen que no era
deseado, pero se triunfó 7.586.251 votos contra 7.361.512 de la mesa de la
contrarrevolución: 224.739 votos por encima.
Al final de
la jornada, nuestra militancia, después de una ardua labor de varios días sin
descanso, recibió con satisfacción dos excelentes noticias: la primera, por
supuesto, la victoria estratégica del Presidente Nicolás Maduro; la segunda,
como premio a la constancia, al batallar diario, a la mística y empeño por
cumplir la misión encomendada, TUPAMARO
obtuvo 247.620 votos, el 1,65%, ratificándose como la tercera organización más
votada de las fuerzas revolucionarias, lugar que también ocupamos, sin
publicidad, el pasado 16 de Diciembre en las elecciones regionales.
Es bueno
destacar, que nuestra organización ha mantenido una curva ascendente en la
aceptación popular. En el proceso pasado, quedó demostrado que el proyecto TUPAMARO se ha convertido en una
referencia política importante dentro del país.
Ni la
campaña de descredito desarrollada tanto nacional como internacionalmente, ni
el cerco mediático a nuestra propuestas ha logrado frenar el avance sistemático
que hemos obtenido desde que legalizamos ante el CNE nuestra organización,
valga decir, acudiendo a un llamado que nos hizo el propio camarada Hugo
Chávez.
Hoy, TUPAMARO cuenta con estructura en las
24 regiones del país, así como alrededor de trescientos municipios a lo largo y
ancho del territorio nacional. Todo esto financiado por nuestra militancia. Sin
cargos dentro del gobierno nacional, hemos demostrado firmeza ideológica a toda
prueba.
Todo lo
dicho acá, si bien nos llena de energía para continuar la labor encomendada, la
construcción del socialismo, es un llamado, y así lo entendemos, a trabajar con
mayor fuerza, desplegarnos en las fabricas, en las universidades, en los
liceos, en las comunidades, en el campo para continuar el reclutamiento de
hombres y mujeres, de todas las edades, para continuar fortaleciendo la
acumulación de fuerzas necesarias que nos permita ir a la radicalización de un
proceso que nos pertenece a todos sin sectarismo.
Finalmente,
queremos dar las gracias a todas y todos aquellos que votaron por nuestra
organización, prometemos que este impulso que nos han dado, lo convertiremos en
una fuerza que luchará cada día con más firmeza para que se cumpla esa máxima
zapatista: para todos todo, para nosotros nada.
AL ROJO VIVO.
Cuarta etapa / año 1 / Nro 3 / Pag. 2
1ro de Mayo del 2013
La constancia tiene su recompensa, dentro de poco tiempo estarán en 2do lugar
ResponderEliminar¿Donde esta el territorio esequibo en el mapa? Le estan cortando las patas traceras al elefante, arreglen eso y lean un poco de historia y geografia....
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